EL CUERPO ETÉRICO
El ser humano posee además del cuerpo físico, otros cuerpos energéticos que no pueden ser apreciados por nuestra visión actual por la mayoría de personas, aunque se puede desarrollar la capacidad de llegar a verlos. Estos sistemas de energía sutil se contienen dentro y alrededor del cuerpo físico. El cuerpo etérico es el portador de las fuerzas modeladoras para el cuerpo físico, así como de la energía vital creadora y de todas sus sensaciones físicas.
El cuerpo etérico atrae las energías vitales de sol a través del chakra del plexo solar, y energías vitales de la tierra a través del chakra basal, Acumula estas energías y, a través de los chakras y los nadis, las conduce al cuerpo físico en flujos vitales ininterrumpidos. Las dos formas de energía se encargan de mantener un equilibrio vivo en las células corporales.
El aura consta de siete niveles, que se corresponden a los siete chakras maestros. Comenzando por lo que se ve, el cuerpo físico, progresan hacia vibraciones más sutiles y refinadas. Cada uno de los niveles tiene su propia función, conciencia de energía y realización. Las capas alternas del aura están fijas o en movimiento. La primera, tercera, quinta y séptima capa son fijas y la segunda, cuarta y sexta capa están en movimiento.
El primer nivel y el más cercano al cuerpo físico es el nivel etéreo. Este nivel es una copia exacta del cuerpo físico y tiene una apariencia de color azul pálido o gris claro.Presenta destellos de luz dentro de él y se mueve rápidamente. Es una especie de plantilla que sirve para que el cuerpo físico conserve los recuerdos de la formación del cuerpo físico.
El segundo nivel está relacionado con las emociones y es un constante torbellino de colores.
El tercer nivel está relacionado con el cuerpo mental. Es una capa fija de amarillo que almacena nuestros procesos de pensamientos.
El cuarto nivel está relacionado con nuestra energía del corazón. Presenta colores pastel y, cuando está plenamente desarrollado, parece un arco iris de colores pastel.
El quinto, sexto y séptimo nivel tiene una apariencia azul clara, dorada y azul plateada que tiende a un dorado reluciente. Estos niveles superiores están relacionados con el desarrollo espiritual y, por esta razón, la mayoría de las personas no los pueden observar fácilmente.
Todas las auras son distintas y cambian constantemente a medida que se modifican nuestros pensamientos, estados de ánimo, entorno y estado de salud. Una persona que presenta un aura espiritual posee una alegría inspiradora. A medida que los seres humanos nos desarrollamos espiritualmente, mostramos un brillo sorprendente alrededor de nuestro chakra corona.
Los pensamientos y emociones negativos y una forma de vida que no esté en consonancia con las necesidades naturales del cuerpo, la exposición a agentes contaminantes del medio ambiente, de la adopción de malos hábitos alimenticios, del consumo de sustancias adictivas, del estrés o de una mala técnica de respiración, etc., pueden consumir la energía vital etérica, por lo que la irradiación energética natural perderá intensidad y vigor. De esta forma surgen zonas débiles en el aura. Los filamentos energéticos aparecen doblados o se cruzan en formas desordenadas. El clarividente puede reconocer "agujeros " o "grietas"en el aura, a través de los cuales pueden penetrar en el cuerpo las vibraciones negativas y las bacterias causantes de las enfermedades. Además la energía vital puede "escapar" de la zona no material a través de estas heridas.
Debido a esta estrecha relación existente entre el estado del cuerpo físico y la radiación energética del cuerpo etérico, a menudo se habla también de un aura de la salud. Antes de manifestarse en el cuerpo físico, las enfermedades se manifiestan en el aura etérica y pueden ser detectadas y tratadas en ese plano.
La denominada fotografía de Kirlian consiguió hacer visible por primera vez esta radiación energética, propia de cada ser vivo. Basándose en ese invento, se han conseguido diagnósticos muy precisos y se han detectado enfermedades incluso cuando aún se encontraban en fase latente.
Otra función importante del cuerpo etérico consiste en servir de intermediario entre los cuerpos energéticos superiores y el cuerpo físico. Transmite al cuerpo emocional y al cuerpo mental las informaciones que recogemos a través de los sentidos corporales, y simultáneamente transmite energías e informaciones desde los cuerpos superiores al cuerpo físico. Cuando el cuerpo etérico se encuentra debilitado, este flujo de información y energía se halla obstaculizado, y el hombre puede parecer indiferente tanto en el plano emocional como en el mental.
LOS SIETE CHAKRAS PRINCIPALES:
-Primer chakra o chakra básico o raíz, MULADHARA:
Se relaciona con lo material, el instinto, la seguridad, la supervivencia, al potencial básico humano, asuntos referidos al dinero, a la alimentación, el hogar, el cuerpo, deseos materiales.
- Segundo chakra o chakra sacro, SVADHISHTHANA:
Se relaciona con el mundo emocional, la sexualidad, la creatividad, capacidad de dar y recibir amor y placer en una relación de pareja.
- Tercer chakra o chakra del plexo solar, MANIPURA:
Se relaciona con el poder, la energía, la voluntad, la autoestima, la acción, la vitalidad. Cuando este chakra está equilibrado, somos individuos con confianza en nosotros mismos, can capacidad para desarrollar lo que nos propongamos, con mucha voluntad para lo que sea, dispuestos a utilizar nuestra energía libremente y según nos parezca conveniente siempre sin avasallar a ninguna persona.
- Cuarto chakra o chakra del corazón, ANAHATA:
Es el centro del sistema de chakras, hace de puente entre los chakras inferiores y más materiales, con los tres chakras superiores y más espirituales. Se relaciona con el perdón, compasión y amor.
- Quinto chakra o chakra de la garganta, VISHUDDA:
Es el que a niveles más profundos nos permite escuchar esa voz tan sabia que hay en nosotros. Rige el poder de la palabra, el sonido único y personal de cada persona. Representa la capacidad o la incapacidad de poder y saber expresar los sentimientos y los pensamientos a través de la palabra.
La persona con este chakra bloqueado, presentará problemas de comunicación, cuerdas vocales, pólipos, afonía, dolores de cabeza, garganta, tos, oído, dolor en la nuca, en el cuello, insomnio, etc.
El bloqueo en este chakra es típico en personas que "tragan " mucho y que se sienten incapaces de verbalizar lo que les molesta o no saben decir "no".
Ubicado en la garganta, sobre la glotis.
Su color, el azul celeste.
Piedras: Aguamarina, angelita, celestita, fluorita azul, topacio azul, fluorita azul, amazonita, turquesa, lapislázuli.
- Sexto chakra o chakra del entrecejo o del tercer ojo, AJNA:
Relacionado con el poder de la visualización, es decir, el poder de realizar que aquellos pensamientos o deseos formulados se hagan realidad.
- Séptimo chakra o chakra de la corona, SAHASRRARA:
Relacionado con la conexión con su espiritualidad y con la integración de todo su ser, físico, emocional, mental y espiritual. Es el canal por el que fluyen constantemente las energía necesarias de lo invisible a lo visible, y la glándula pituitaria está ordenando los ritmos o frecuencias que a nivel vibratorio cada persona es capaz de integrar, vivenciar o utilizar.
- Chakras de los pies
Los chakras de los pies son los chakras de base, los que nos mantienen con los pies en el suelo. Cuando nos sentimos fuera de la realidad es porque normalmente los chakras de los pies están desenergizados (fríos).
El color de los minerales de los chakras de los pies es el negro y el ahumado, ya que el negro es idóneo para ayudar a que la persona vuelva a adquirir seguridad en sí misma, pisar con firmeza y saber lo que se quiere.
Zona de aplicación: talones, tobillos, empeine, entre los dedos, maléolos.
- Chakras de las manos
Situados en el centro de las palmas de las manos. Se vinculan con el color blanco o transparente, porque son los conductores de la energía de luz o energía de sanación.
A través de los chakras de las manos se canaliza la energía de sanación. Con este fin situaremos los diferentes cristales sobre nuestro propio cuerpo o en el cuerpo de otra persona. Por esto es por lo que utilizaremos el cristal de cuarzo y también el uso de esferas de amatista u otro mineral que se considere apropiado para sostenerlo entre las manos, ya que en la zona de la palma de las manos se encuentran la gran mayoría de puntos reflejos de sanación de todo el cuerpo.
Zona de aplicación: Palma de las manos, entre los dedos, anverso de la mano, muñecas, brazos.
Ejercicio
Para armonizar alguno de los chakras se puede realizar un sencillo ejercicio sosteniendo entre las manos alguna de las gemas sugeridas para el chakra en cuestión.
LOS CANALES DE ENERGÍA
Para los yoguis y los practicantes de la medicina ayurvédica, la fuerza vital o la energía sutil, es el equivalente del chi en la medicina tradicional china. En el hombre existen unos canales de energía semejantes a los nervios del cuerpo físico pero mucho más sutiles. Toda la energía que el hombre absorbe y asimila a través de los distintos medios, como alimentación, respiración, ...tiene como fin circular a través de estos canales libremente para ser distrinuida por todo el organismo por igual.
Para los yoguis, las enfermedades se originan debido a que estos canales suelen estar obstruidos (impuros) en la mayoría de las personas, por el modo antinatural de vida, impidiendo la libre circulación de la energía vital, Prana.
El prana fluye a lo largo del cuerpo humano a través de los nadis o canales. En la anatomía de nuestro cuerpo sutil existe una compleja red de canales, formada por 72000 nadis por los que circula la energía vital. De esta cantidad, 72 se citan como importantes, 10 de ellos como notables y de estos , los tres principales : sushumna, pingala e ida.
El sushumna, el canal central, está situado dentro de la columna vertebral. El pingala y el ida comienzan, respectivamente, en las ventanas de la nariz izquierda y derecha, ascienden pasando por los lóbulos temporales hasta la corona de la cabeza y siguen hasta abajo, hasta la base de la columna vertebral. Estos dos nadis principales se entrecruzan entre si y también con el sushumna. Los siete chakras maestros se extienden a lo largo del sushumna en sus uniones con los otros dos canales.
Existen cientos de chakras menores y todos ellos están interrelacionados en un sistema muy complejo a lo largo de todo el cuerpo humano. Además , hay otros chakras no físicos que se extienden fuera del cuerpo humano. Los más conocidos son el chakra estrella de la tierra, situado debajo de los pies, y el chakra estrella del alma, situado por encima de la cabeza.
ANATOMÍA SUTIL: CHACRAS E IMPRONTAS
1. Chacra Tierra Superior. Encima de los pies. Punto de vinculación con el campo etérico de la Tierra.
2. Chacra Tierra. Entre los pies, punto de vinculación con la Tierra.
3. Chacra Básico. En el perineo, centro sexual y creativo.
4. Chacra Sacro. Justo debajo del ombligo, el otro centro sexual y creativo.
5. Chacra Plexo Solar. En el plexo solar, centro emocional.
6. Chacra Semilla del Corazón. En el plexo solar, centro emocional.
7. Chacra del Bazo. Debajo de la axila izquierda, lugar donde la energía podría gotear.
8. Chacra Corazón. Sobre el corazón físico, centro del amor.
9. Chacra Corazón Superior. Sobre el timo, centro de inmunidad.
10. chacra Garganta. Sobre la gasganta, centro de la verdad.
11. Chacra Vidas Pasadas o Alta Mayor. Justo detrás de las orejas, almacena información sobre vidas pasadas.
12. Chacra Tercer Ojo. A medio camino entre el entrecejo y la línea del cabello, centro de intuición.
13. Chacra Soma. En la línea del cabello, encima del tercer ojo, centro de la identidad espiritual y de activación de la conciencia.
14. Chacra Coronario. En lo alto de la cabeza, punto de conexión espiritual.
15. Chacra Coronario Superior. Encima de la coronilla de la cabeza, punto de vinculación con el espíritu.
16. Chacra Estrella del Alma. Unos 30 cm por encima de la coronilla, punto de vinculación para los cuerpos sutiles y espirituales a través del cual las energías superiores pueden ser enraizadas o las vibraciones físicas pueden ser elevadas.
17. Chacra Puerta Estelar. Por encima del chacra estrella del alma, puerta cósmica a otros mundos.